Conozco la iglesia desde que era muy pequeña, ya que mi mamá me llevaba a todas las actividades. Sin embargo, a los 15 años decidí distanciarme y dejar de ir. Empecé a salir a discotecas y a beber. Aunque al principio parecía divertido, pronto me sentí muy triste y sola. Intenté encontrar una pareja, pero me lastimó mucho y, como resultado, también empecé a tener dolores inexplicables en mis huesos, que los médicos no lograban entender.
Tomé varios medicamentos, pero nada ayudaba. Me gustaba bailar, pero el dolor me lo impedía, lo que aumentó mi tristeza. Pasé por momentos oscuros y llegué a pensar en quitarme la vida, sintiendo que no valía la pena seguir viviendo. Aunque conocía a Dios desde pequeña, no encontraba el valor para volver a Él.
Un día, en un momento de desesperación, tuve pensamientos de lanzarme a las vías del metro. Intenté hacerlo, pero al ser ayudada por la gente, empecé a reflexionar sobre todo lo que estaba sucediendo en mi vida. Recordé que Dios existe y que debía volver a Él. Quería dejar esa tristeza y vacío atrás, así que decidí regresar a la iglesia, esta vez con seriedad.
Recuerdo con claridad cuando frente al altar, el pastor me preguntó hasta cuándo iba a seguir sufriendo. Decidí que ese sufrimiento se acabaría, y empecé un proceso de liberación. Luego, hice una lista de mis problemas y oré fervientemente, sintiendo que no quería más esa situación. Decidí bautizarme ese mismo domingo y, el jueves, fui bautizada con el Espíritu Santo.
Desde que recibí el Espíritu Santo, mi vida cambió radicalmente. Los pensamientos de suicidio desaparecieron, ya no sentía el vacío ni la tristeza, y los dolores en mis huesos se fueron. Me sentía como si hubiera renacido. Después, me uní a un grupo de evangelización porque quería compartir mi experiencia. La mejor decisión de mi vida fue regresar a Jesús y recibir al Espíritu Santo.
El 16 de noviembre se llevará a cabo el «Domingo de la Reconciliación con Dios». Será una ocasión especial para quienes anhelan una nueva oportunidad con el Altísimo.
Lo que usted necesita saber sobre el “Domingo de Reconciliación con Dios”:
“Muchas personas viven hoy lejos de Dios. Pero alguna vez fueron parte de la Iglesia, estuvieron con Jesús un día y luego se fueron a disfrutar del mundo. De alguna manera, se alejaron.
Nosotros haremos una fuerza-tarea para rescatar a estas personas, como Abraham rescató a Lot. (Genesis 14).
Él era un errante que se fue a disfrutar del mundo en Sodoma.
Así que, si usted conoce a alguien que está lejos de Dios y listo para regresar, haga todo su esfuerzo para traerlo de vuelta ese 16 de noviembre, que será el Domingo de Reconciliación.
Un mensaje para aquellos que se han alejado:
- Quizás piensa que Dios ya no escucha sus oraciones.
- De pronto, usted piensa que Dios permitió que algo malo sucediera en tu vida.
- Tal vez piensa que «regresar» es para otros y no para usted.
- Puede que imagine que es demasiado tarde.
- Tal vez ya haya encontrado argumentos para convencerle de que no vale la pena volver a Él.
- O incluso puede que se encuentre atrapado en un círculo vicioso de pecado y siente que es muy difícil romperlo.
- Y finalmente, quizás, incluso con todo esto, sienta un gran anhelo por regresar a Dios…
El Espíritu Santo le tiene un mensaje:
Si esta «buena noticia» le ha llegado, es porque Dios le está llamando. Tenga presente esto:
‘Diles: «Vivo yo» —declara el Señor Dios — «que no me complazco en la muerte del impío, sino en que el impío se aparte de su camino y viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos. ¿Por qué habéis de morir, oh casa de Israel?». Ezequiel 33:11
Y añade: «Yo, yo mismo, soy el que borro tus transgresiones por amor a mí mismo, y no me acordaré más de tus pecados» (Isaías 43:25).
Él le ofrece una oportunidad para arrepentirse y empezar de nuevo. ¡Atiende a su llamado!
Será a las 7:30 am, 930 am, 3 pm y 5 pm en la Avenida San Martin #40, entre el Bloque Dearmas y la estación del metro Artigas y en todas las Iglesias Universal en todo el país.
Encuentra la dirección más cercana visitando: universal.org.ve/direcciones
