El Obispo Ronaldo Santos realizó este martes el Seminario Hasta el Último Suspiro, enseñando la importancia de ser un buen soldado idóneo para enseñar.
«Y lo que has oído de mí en la presencia de muchos testigos, eso encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.» 2 Timoteo 2:2
Existe el buen soldado y también el mal soldado.
Que determina uno del otro cuando el buen soldado renuncia a sus voluntades y deseos, es decir, a su propia vida.
La renuncia lleva al buen siervo a sacrificar para no volver a la vida pasada, siendo el buen siervo idóneo para enseñar a otros a ser igual al Señor Jesús.
Mientras que el mal soldado (siervo) no se preocupa en renunciar ni sacrificar. Solo cumple sus caprichos y voluntades.
La pregunta que debemos hacer es: ¿Qué estoy dispuesto a renunciar para mantenerme siendo un buen soldado de Cristo (siervo)?





