Es un privilegio muy grande ser llamados por Dios. Dichoso aquel que Le escucha y Le sigue desde su juventud.
No existe un lugar mejor donde pueda estar nuestra vida que en el Altar. Si Dios llama a sus hijos para que estén con Él, para enseñarles Su Palabra, para bendecirlos; que sea principalmente en esto que tengan su apoyo para que nada les impida llegar hasta Él.
Padres sabios entregan sus hijos a Dios con fe y confianza de la misma forma que lo hizo Ana:
“E hizo voto y dijo: Oh Señor de los ejércitos, si tú te dignas mirar la aflicción de tu sierva, te acuerdas de mí y no te olvidas de tu sierva, sino que das un hijo a tu sierva, yo lo dedicaré al Señor por todos los días de su vida…” (1 Samuel 1:11)
Entregue a sus hijos en el Altar y tendrá paz por siempre, ya que el futuro de ellos estará más que asegurado, no solamente para esta vida sino para toda la Eternidad.
Fue una tarde de mucha alegría, donde adolescentes estuvieron compartiendo junto a sus representantes y disfrutando de presentaciones culturales.
Ya te estamos esperando.




















