“E hizo voto y dijo: Oh Señor de los ejércitos, si tú te dignas mirar la aflicción de tu sierva, te acuerdas de mí y no te olvidas de tu sierva, sino que das un hijo a tu sierva, yo lo dedicaré al Señor por todos los días de su vida…” (1 Samuel 1:11)
Entregue a sus hijos en el Altar, no impida que ellos atiendan al llamado de Dios.
La oración de Ana revela que todo padre tiene la autoridad de entregar a sus hijos a algo o a alguien. Mientras son adolescentes, los padres aún tienen la potestad de decidir para quién o para qué serán criados sus hijos.
Lo natural es que un padre quiera el éxito y la comodidad de sus hijos, es por eso que siempre les aconsejan que estudien y se preparen para ser alguien en la vida.
Y Un padre sabio hace lo que hizo Ana, entrega a sus hijos en el Altar; para que sea Él quien los guíe, los guarde y los proteja de este mundo, ya que por más que intentemos darle cobertura, en algún momento ellos crecerán y tendrán que tomar sus propias decisiones.
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