Cuando te sientas inferior, recuerda esto…
¿Sabías que Dios preferiría trabajar con un «don nadie» que con personas que creen conocer la Biblia y piensan que son alguien? Si lees la Palabra de Dios, encontrarás hombres y mujeres que eran como tú: personas con fallas, con defectos, que tropezaron pero aprendieron a depender de Dios.
Hay un mal que nos hace sentir inferiores e incapaces. Escuchamos acerca de Pablo, Pedro, Moisés, David, Abraham y pensamos que estaban muy por encima de nosotros, ¡pero no! Por supuesto que eran hombres de actitud, pero no eran personas más calificadas que nosotros.
Como se describe en 1 Corintios 1:26-31, Dios escogió a las cosas débiles y necias de este mundo, es decir, a las personas que no tienen muchas condiciones. ¿Y por qué Dios siempre ha preferido a estas personas? Porque si Él prefiriera a los fuertes, sabios, inteligentes y capaces, la gloria no sería Suya, sino de ellos.
Entonces, si te sientes por debajo del promedio, pequeño, inferior o como un «gusano», humíllate ante Dios y Él te capacitará para servirle. Moisés era tartamudo y su hermano era mejor que él, pero Dios lo eligió a él. Jeremías pensó que era muy joven y Abraham pensó que era viejo, pero Dios los escogió porque sabían que no podían depender de sí mismos.
Dios quiere ver esta dependencia también en ti para transformarte, no porque lo merezcas, sino porque es esta actitud la que te califica. Si la gente te juzga, mira tu ropa y tu apariencia y te desprecia, regocíjate, porque Dios te ha elegido. Si reconoces tu pequeñez ante Él y te arrepientes, Dios te perdonará y cambiará tu vida. Recuerda: Dios prefiere a los que no insisten en su propia opinión y a los que se inclinan ante Él. En Dios tienes a un Padre, un Amigo y un Hermano.