Las dudas más frecuentes sobre el Espíritu Santo
El Espíritu Santo es el propio Dios dentro del ser humano. Ese bautismo es lo que testifica que la persona pertenece al Señor Jesús.
«Pero si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él.» (Romanos 8:9).
Y por eso, no son pocos los que tienen preguntas al respecto. A continuación, resolveremos las más frecuentes sobre el Espíritu Santo.
1. ¿Por qué aún no he recibido el Espíritu Santo?
Es importante entender que el Espíritu Santo ya fue dado, es una promesa de Dios que ya se cumplió. Él no se está escondiendo ni haciéndose el difícil para quien Lo busca. Pero Él no vendrá para ocupar el segundo lugar en la vida de alguien. Él tiene que ser el principal, el primero, el que va a reinar y guiar tu vida.
Por ejemplo, si tu vida fuera un coche, sales del asiento de conductor y ocupas el lugar del pasajero. La razón principal por la cual las personas no reciben el Espíritu Santo es por no querer que Él participe en sus elecciones. Y si no Lo quieres como Señor, Él respetará tu decisión y te dejará vivir a tu manera.
Por otro lado, cuando te doblegas, dejándote guiar, dirigir, reinar, Él vendrá para hacer Su voluntad.
2. ¿Cómo sé que recibí el Espíritu Santo?
Muchos confunden ese bautismo con una emoción religiosa como estremecimiento, llanto o risas. Sin embargo, el Espíritu Santo no es una experiencia emocional.
Él solo entra en la vida de la persona cuando ella se rinde a Dios —como se dijo anteriormente— dejándolo ocupar el primer lugar, con sumisión total a Su voluntad.
Pero con solo dudar de haberlo recibido, la persona muestra que no Lo recibió. Pues la persona sabe cuándo Él vino, pues queda claro. Su mente cambia, se alinea con la de Dios, ve como Él y, naturalmente, produce el fruto del Espíritu.
«Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio» (Gálatas 5:22).
3. Recibí el Espíritu Santo, ¿y ahora?
El Santo Espíritu solo viene para que seamos testimonios de Jesús. Por lo tanto, la obligación es ser una réplica Suya en este mundo. Tu vida, tu comportamiento, tu conducta muestran la imagen de Dios.
Además de eso, quien recibió el Espíritu Santo tiene la obligación de sentir el dolor de Dios por las almas y esforzarse al máximo para hacer que las personas Lo conozcan. La persona quiere ganar almas.
Antes, la persona quería ganar dinero, reconocimiento, seguidores en las redes sociales, etc. Ahora, ella entiende que lo más importante es la Salvación y salvar al máximo posible de personas. Es imposible que ella no se preocupe por quien vive sin Dios en este mundo. Esa es la mayor obligación de quien es salvo.
Si entendiste la importancia del Espíritu Santo, participe este miércoles en la Universal más cercana a usted.
Te esperamos especialmente a las 6:30 p.m., en el Templo de la Fe: Av. San Martín N° 40 entre Bloque Dearmas y la estación del metro Artigas.